La vida te la dan, pero no te la regalan

jueves, 2 de febrero de 2012

LOS INDESEABLES

Por suerte la vida está llena de gente que merece mucho la pena conocer y por desgracia también de personas que era mejor no haber conocido. Entre este último grupo están los llamados indeseables, los que tratan de hacer más complicada y difícil la existencia, los desagradables, los autoritarios, los amargados, los estúpidos, los retorcidos, los tiranos y podríamos seguir nombrando más calificativos y más ejemplos de este tipo de personajes.

Cuando me topo con alguno de ellos en mi vida la primera impresión es la de no sentirme cómodo y la siguiente la del rechazo. Posteriormente con más calma empiezo a pensar “y este imbecil, ¿habrá tenido infancia?” Evidentemente que en su día fueron niños. Y me vuelvo a preguntar, “¿Cuándo fue niño ya era así de indeseable?, o por el contrario, ¿cuándo su carácter se empezó a torcer y a hacerse tan desagradable? ¿Fue un lance de la vida lo que le hizo cambiar? O, ¿fue su naturaleza la que le hizo así?”.

Sigo indagando ante el perfil del susodicho y trato de buscar una explicación a su comportamiento. Vuelvo a pensar si alguna vez se habrá enamorado y en algunos casos me cuesta imaginármelo en tal tesitura; embelesado por su amada o amado; dócil, bondadoso, cariñoso, generoso. Pero me digo que no. Que no es posible. ¿Quizá estuvo enamorado o enamorada y tuvo un desengaño que provocó el cambio de carácter? Pero me cuesta pensarlo.

Y vuelvo a reflexionar y sigo pensado que si alguna vez el indeseable se habrá sentido flotar al escuchar una música, si se habrá emocionado ante una sinfonía o una canción, y me cuesta aceptar que pueda darse tal caso. Pero quién sabe, quizá Hitler admirara a Mozart, mientras le hacía el amor a Eva Braum, al mismo tiempo que en los campos de concentración se asesinaba impunemente a millones de personas inocentes.

Que contradictorio puede ser el ser humano
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