Me cuenta un amigo mío que es gerente de una industria peletera castellana, que corren malos tiempos para nuestras empresas. Las grandes multinacionales hacen su negocio utilizando la mano de obra barata contratada en los países orientales, y, según me dice, hoy en día no es rentable mantener la producción en suelo español. Si se quiere ser competitivo es mejor encargar la elaboración de los productos a China y dejar en casa una pequeña sede administrativa y comercial, evitando así gastos de mano de obra y elevadas hipotecas sobre las instalaciones.
Estas circunstancias pueden conllevar varias consecuencias, de seguir manteniéndose; por un lado puede llegar a provocar la pérdida de puestos de trabajo que acrecentarían aún más la crisis actual. Por otra parte se produciría un cambio radical en el sistema económico, haciendo muy complicado el pretendido impulso industrial y transformando la estructura empresarial, donde tendrían primacía el sector servicios. La carencia de industria haría que los empleos se centraran únicamente en el comercio, la hostelería, y la geriatría, dentro de un desierto industrial plagado de población anciana.
El panorama no parece ser muy positivo y las nubes procedentes de oriente parecen oscurecer el futuro a medio plazo. La crisis actual y la situación de ventaja de las grandes multinacionales, aprovechando la mano de obra barata que utilizan, está poniendo en brete a muchos sectores que se mantienen a duras penas en este mundo cada vez más global y más competitivo. Tan sólo sectores muy concretos y específicos pueden escapar de la influencia oriental, manteniendo su singularidad y la ventaja de seguir siendo producidas íntegramente en occidente.
Así las cosas, aquí perderemos, y ya lo estamos haciendo, puestos de trabajo, mientras al otro lado del planeta un taiwanes empeñará su vida dedicando interminables jornadas de trabajo en la confección de camisas, pantalones y zapatillas, por un mísero salario que a duras penas le dará para vivir.Este es el mundo tan complejo que nos toca vivir, pero a pesar de todo podemos estar satisfechos; los de este lado del globo; los occidentales, podemos seguir diciendo que somos los ricos de todo este cotarro que hay montado.