La vida te la dan, pero no te la regalan

viernes, 27 de noviembre de 2009

LONDON IS DIFERENT

Aquel emblemático slogan que decía “Spain is diferent” y con el que nuestro país quería invitar a todo el mundo a que nos visitaran, bien podría ser aplicado a Inglaterra y más concretamente a Londres. Ellos si que son “diferent” y hacen todo lo posible por serlo. Circulan por la izquierda, no utilizan el euro y mantienen sus libras esterlinas y algún que otro detalle más con los que bien podríamos decir que “London is diferent”.

La primera vez que acudí a esta tierra me dejó un tanto frío. Esta claro que uno es hombre de marcado carácter latino, y quizá por eso choco con la cultura anglosajona. Prefiero las ciudades más próximas a mi cultura, ya sean Lisboa, París, Florencia, Roma e incluso las más alejadas y distantes Praga y Viena, que aunque frías igualmente, me ofrecen estímulos interesantes por otros motivos.

A pesar de ello la nueva visita a Londres, más larga que la anterior, ha servido para tomarle un poco mejor el pulso a esta bulliciosa ciudad.



Es incuestionable que tiene atractivos importantes. El grandioso Parlamento, el señorío del Big Ben, la elegancia de la plaza de Trafalgar, con la Galería Nacional de fondo, el sórdido Soho, el Coven Garden, la imponencia del Támesis, el encanto de las calles de Noting Hill, con su mercado de los sábados, o el ajetreo de las calles comerciales de Oxford Street. En esta ocasión he tenido oportunidad de callejear más y de encontrar rincones ocultos con casas encantadoras de fachadas que parecen pasteles decorados.



Pero sin duda, Londres es una ciudad de mezclas y contrastes. Allí se puede oír hindú, español, ruso, francés, alemán, e incluso inglés. El ambiente sobrio de Backingan Palas y la tranquilidad de los inmensos parques como Sant James o Hady Park choca con la parte más salvaje del Soho.

Quizá pueda entender la frialdad del carácter británico. El sol brilla por su ausencia y la luna adquiere un excesivo protagonismo que hace que se viva más de noche que de día. Si a ello le añades que las escasas horas de día, se ven apagadas por un casi permanente cielo encapotado y gris, el panorama pude resultar un tanto deprimente.

Por otra parte, el viejo y errado mito de la belleza inglesa ha caído derrotado definitivamente. La mezcla de culturas parece que genera una raza de indudable atractivo. Muy alejada de la imagen de mujer gruesa harta de comer chocolate, allí te encuentras con autenticas modelos de cabellos dorados, ojos claros, cuerpos esbeltos y porte elegante. Pasear por Oxford Street puede provocarte serios problemas en el cuello, para lo cual se sugiere en el hombre un intenso entrenamiento previo que refuerce esta parte del cuerpo, tal y como ocurre con los pilotos de fórmula 1. Disculpen las damas este comentario pero ya saben lo que dice la canción “prefiero el lunar de tu cara a la pinacoteca nacional”

Si las mujeres resultan muy atractivas, todo lo contrario se puede decir de la comida que te ofrecen. No tuve oportunidad de conocer ningún plato típico. Al final siempre acababas comiendo comida italiana y las dos veces que probamos en restaurantes que ofrecían comida española, la experiencia no resultó muy gratificante. Donde esté un buen bacalao a la bras, o un arroz de mariscos portugués, que se quite todo. ¡Cuanto echarían de menos sus guisos los amigos portugueses que nos acompañaban en esta expedición!

Por diversas circunstancias de la vida tuve oportunidad de visitar la embajada española. Toda una experiencia. E incluso tuve el gusto de que me ofrecieran un vino blanco dentro de una casa particular de una amiga que trabajaba en la embajada y que conocí en estas fechas, con lo que me pude hacer una idea de cómo puede resultar vivir en Londres.

Para mi espíritu taciturno y melancólico, quizá la capital del Támesis me quede un poco grande. Uno tiende a espacios cada vez más relajados y abiertos, con un fondo de mar o de montaña detrás. El bullicio de una ciudad tan vital por un lado, pero tan gris por otro, me llega a agotar. Será la crisis de los 40. Y eso que los cumplí en Londres con la buena compañía de mis amigas y compañeras de trabajo Beatriz y Pilar, a las cuales les dedico este modesto texto, por haber hecho más agradable estos diez días tan intensos de trabajo y turismo. Si duda una experiencia que no se olvidará.

domingo, 22 de noviembre de 2009

VINAGRE Y ROSAS



Que Sabina es uno de los mejores cantautores contemporaneos es de sobra sabido. Su verso fácil y popular acompañado de melodías sencillas y fáciles de asimilar enganchan a un amplio y diverso grupo de fieles seguidores. Es difícil llenar dos días seguidos el multiusos Sánchez Paraíso de Salamanca y Joaquín lo ha conseguido con aparente facilidad, con el único gancho dar a conocer su nuevo trabajo, “Vinagre y Rosas”. Quizá su creatividad esté por encima de esa personalidad macarra y chabacana que con el tiempo ha ido puliendo, pero eso no es importante, al fin y al cabo lo que importa de un artista es su obra.

Esa obra que uno gustaría de saborear pausadamente y con la atención que merece. Por ello quizá no disfruté del todo del concierto del pasado sábado en Salamanca. A pesar de la novedad de seis temas que aún no ha habido tiempo de digerir, la propuesta era ya conocida y no aportaba grandes novedades. Pero lo peor de todo es que este Sabina más asentado y sereno que en sus años más bisoños, está pidiendo a gritos actuar en salas más pequeñas e intimistas donde se pueda disfrutar más serenamente de sus canciones, o al menos yo lo pido. En el concierto del sábado, resultaba casi imposible degustar como se debe las canciones del cantautor. El público convirtió el concierto en una verbena popular donde danzar a placer y corretear de un lado para otro con las litronas en las manos a modo de holigans que animan a su equipo pero que no se enteran ni de cómo va el resultado del partido.

Para dar botes y beber, me voy al bar del pueblo. Pero para disfrutar de canciones bien construidas yo prefiero un ambiente más sereno y centrado en el espectáculo.

De este inicio de gira por parte de Sabina, me quedo con sus declaraciones en la prensa, previas al concierto. Según el de Linares el estado de felicidad que ha vivido en los últimos años no han sido nada fructíferos desde el punto de vista de la creatividad. Las musas se acomodan mejor en el desgarro y en la depresión, donde ahí son capaces de inspirar las mejores creaciones. Por eso Sabina quiso salir de su letargo artístico creativo yéndose a Praga acompañado de Benjamín Prado; un poeta amigo al que le había dejado recientemente su novia y con el que compuso los trece temas de su nuevo trabajo. Así Joaquín tuvo a su alcance todo lo que necesitaba para poder producir algo interesante, el desaliento de su amigo y el ambiente melancólico de una ciudad como Praga a la que le dedica una canción en su nuevo disco. En todo esto estoy bastante de acuerdo con Sabina. La felicidad es contraproducente para la creatividad. Las situaciones difíciles son las que, por desgracia, te curten y te hacen sacar todo lo que llevas dentro ofreciendo lo mejor de ti, sobre todo desde el punto de vista artístico. Está claro que para obtener un buen guiso hay que echar mano del “Vinagre y de las rosas”.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

HACE VEINTE AÑOS QUE TENGO VEINTE AÑOS

Hace veinte años que tengo veinte años,
Veinte años y aún tengo fuerza,
y no tengo el alma muerta,
y me siento hervir la sangre.
Y aún me siento capaz
de cantar si otro canta.
Hoy que aún tengo voz
y aún puedo creer en dioses...
Quiero cantar a las piedras,
a la tierra, al agua,
al trigo y al camino que voy pisando.
A la noche, al cielo, a este mar tan nuestro,
y al viento que por la mañana viene a besarme el rostro.
Quiero levantar la voz,
por una tempestad,
por un rayo de sol,
o por el ruiseñor que ha de cantar al atardecer.
Hace veinte años que tengo veinte años,
Veinte años y aún tengo fuerza,
y no tengo el alma muerta,
y me siento hervir la sangre.
Hace veinte años que tengo veinte años,
y el corazón, aún, se me dispara,
por un instante de amar,
o al ver un niño llorar...
Quiero cantar al amor.
Al primero. Al último.
Al que hace sufrir.
Al que vives un día.
Quiero llorar con aquellos que se encuentran solos
y sin amor van pasando por el mundo.
Quiero levantar la voz, para cantar a los hombres
que han nacido de pie,
que viven de pie,
y que de pie mueren.
Quiero y quiero y quiero cantar
hoy que aún tengo voz.
Quién sabe si podré mañana.
Hace veinte años que tengo veinte años,
Veinte años y aún tengo fuerza,
y no tengo el alma muerta,
y me siento hervir la sangre.

miércoles, 28 de octubre de 2009

LABUAT


No soy amigo de los productos “triunfitos”. Mis debilidades musicales son más líricas y poéticas, pero en el concurso de OT de hace dos años me llamó la atención la voz de una tal Virginia; una jovencita de inmensos ojos azules con los que llenaba la pantalla de televisión y que podía cautivarte sólo con la mirada. Aquella chica de aspecto frágil, imagen de muñeca de porcelana y de voz singular y delicada, fue superando las muchas trabas que se le pusieron en el concurso para finalmente ganarlo inesperadamente.

Tenía pues curiosidad por ver que podía ofrecer Virginia en su carrera musical. Teniendo en cuenta que cualquier triunfador de OT suele lanzarse al mercado con un producto comercial de fácil digestión y de olvido inmediato, la niña de los ojos azules convertida en Labuat volvió a sorprender con una trabajo diferente y una propuesta original en la que se mezclaban diversos estilos musicales. El disco llevaba la impronta de uno de sus mentores en el programa de Telecinco, el comprometido Risto Mejide, al que también cautivó la andaluza.

Con estos antecedentes llegaba Labuat a Salamanca el pasado día 23 y yo sentía curiosidad por oir in situ esa peculiar voz.

Como suele ser habitual en mi, metí los morros en la antesala del concierto y me acerqué al Camelot a ver que se cocía y así de paso mataba el tiempo hasta la hora del espectáculo. Cual fue mi sorpresa que veo a la artista en pleno ensayo, aunque en un principio no la reconocí. Más bajita de lo que me imaginaba, parecía una adolescente al salir de clase. Compruebo que es posible entrar en la sala y me meto a tomar una cerveza con la que justificar mi presencia. Empieza a sonar la música y los cuatro que allí estábamos congregados nos quedamos boquiabiertos con una versión de un tema de Luis Armstromg y otras dos versiones de canciones conocidas pero que no he podido identificar.

En el silencio de la sala su voz llevaba jazz, blues y hasta bossa nova y según cantaba parecía que te estaba acariciando en el cuello y susurrando al oido. Me quedé enganchado.

Al rato ella se pasea por el bar con toda naturalidad y yo me acercó a charlar un poco con ella y a hacerme la pertinente foto. Se muestra amable y sencilla.

Después vendría el concierto.

Nunca había estado en uno con tan poca concurrencia. Seríamos treinta las personas allí congregadas. Ella salió acompañada de sus músicos; un pianista a los teclados y un guitarra, que a veces ella complementaba con otra guitarra más y algún artilugio de viento

Aquel inhóspito ambiente me daba pena por ella. Parecía una chica más tratando de hacerse un hueco en el mundo de la música y no una triunfadora de OT. A la segunda canción había perdido todo su glamour televisivo.

Su voz seguía brillando pero lo hacía más con las versiones de temas en lengua inglesa que con su propio repertorio. Se mostró natural y sencilla, como si estuviera en el salón de tu casa y ella amenizara una velada. Pero le faltó empaque, sobriedad, profesionalidad. Todo parecía demasiado bisoño. Supongo que es normal ya que es demasiado joven todavía. Pero tiene la materia prima suficiente como para acabar siendo un producto exquisito si su maduración y el camino que elige es el adecuado. Ello dependerá mucho del repertorio que produzca o que incorpore.
Dejo la versión del wonderful world y otra del Turn me one




jueves, 10 de septiembre de 2009

310 KM. DE TIERRA Y ESFUERZO SANTIAGUERO

León era el punto de partida elegido por la expedición compuesta por Paco, Miguel, Manu, Amable, Chuchi, Carlos y yo mismo. Por delante 310 km, de camino a base de pedaladas sobre tierra, piedras y algo de asfalto.


DÍA 4 DE SEPTIEMBRE. 1ª ETAPA: LEÓN – MOLINASECA. 100 km

Iniciamos las primeras pedaladas sobre el seco y llano páramo leones. Primeros kilómetros para calentar las piernas y probar mi nueva compañera de viaje; recién adquirida y estrenada. Por delante quedaban mucho trabajo y un perfil duro. El trazado fácil nos lleva a las primeras localidades de interés. En Hospital de Orbigó atravesamos su atractivo puente y nos adentramos en territorio maragato con Astorga como referencia indiscutible.
No era momento de comerse el típico cocido maragato, aunque no fuera por hambre. Llegamos a la hora de comer pero echamos mano del hornazo que llevó el compañero Carlos y damos cuenta de el en un parque de la ciudad con la vista del palacio de Gaudí al frente.
Después de reponer fuerzas nos disponemos a afrontar la parte más complicada del recorrido. Hasta Rabanal del Camino el perfil del trayecto cambia hacia una permanente subida con la que vas minando fuerzas. Pasado Rabanal del camino, comenzamos la subida a la Cruz de Ferro, siguiendo el camino que se hace a pie, a pesar de que este recorrido no se puede hacer en bicicleta. Subida dura y difícil. Camino estrecho y empedrado que te obliga a ir con el máximo desarrollo y a dominar la bici en situaciones muy exigentes desde el punto de vista técnico. Al final coronamos y en la cima nos hacemos la foto típica. Si pensábamos que habíamos hecho algo meritorio por lo realizado hasta el momento, nuestra valoración se vería menguada al ver como un disminuido físico subía hasta la cima de la Cruz de Ferro en silla de ruedas. Le ayudamos a subir hasta la Cruz y nos hacemos la foto pertinente con este auténtico peregrino.

En teoría quedaba lo más sencillo; dejarse caer hasta Molinaseca, punto definido como final de etapa. Pero el descenso no será ni mucho menos sencillo. Bajada sólo apta para los peregrinos de a pie, bajamos por un pedregal donde hay que echar mano de los frenos permanentemente y hacer malabares para conseguir mantenerse sobre la bici. Mi recién estrenada máquina se pone al límite de sus posibilidades y caliento los frenos al máximo. Por delante de mi bajan Carlos, Manu y Miguel, más acostumbrados a estas exigencias y a sus bicis. Por detrás Amable y Chuchi bajan con calma, y mientras, Paco se dio la vuelta a por el coche de apoyo.

La dificultad de la bajada se salda con la primera avería seria. Miguel rompe la patilla y tenemos suerte de que lo que queda hasta Molinaseca es bajada. Llegamos a meta fatigados con ganas de tomar unas cervezas bien frías y darnos una ducha que nos quite el polvo del camino. Molinaseca es un pueblo precioso en medio de un paisaje excepcional.



DÍA 5 DE SEPTIEMBRE. 2ª ETAPA: MOLINASECA – TRIACASTELA. 80 KM.

Después de la dura etapa anterior, afrontamos la que será la etapa reina, ya que en el trayecto nos tenemos que enfrentar a la subida de O Cebreiro, para adentrarnos en territorio gallego y dejar atrás la meseta castellana. Yo acompaño a Miguel con el coche hasta Ponferrada para recoger su bici reparada. Enlazamos con el grupo en Villafranca del Bierzo e iniciamos todos juntos la subida a O Cebreiro. De inicio la subida es suave, hasta llegar a los 6 últimos kilómetros donde el puerto se hace verdaderamente duro. Aquí Amable y yo decidimos seguir por la carretera vieja y el resto del grupo prueban suerte por el camino donde no se recomienda ir a las bicicletas. Ellos tienen que echar pie a tierra en varias ocasiones y Amable y yo subimos sufriendo por el calor y la pendiente, pero a nuestro ritmo.

Ya en O Cebreiro y con la fatiga en el cuerpo hacemos el pertinente avituallamiento. Todavía quedaba la subida hasta el alto del Pollo y luego la bajada hasta Triacastela. Amable y yo volvemos a por el coche y nos hacemos otra tanda de kilómetros de retorno muy pesados hasta Villafranca. Por fin llegamos a Triacastela con el tiempo justo para ducharnos, cenar y descansar.


DÍA 6 DE SEPTIEMBRE: 3 ª ETAPA: TRIACASTELA – MELIDE. 80 KM.


Estamos ya en territorio de Galicia y el paisaje cambia por completo. La sequedad y la arisca tierra castellana da paso a un trayecto plagado de naturaleza con recorridos escoltados por frondosos bosques que conforman auténticos túneles verdes. De principio tenemos que afrontar una dura subida sombreada por la maleza y la arboleda. La mañana está fresca, pero pronto empezamos a sudar y a que nos sobre la ropa de abrigo. A partir de ahora todo será un continuo sube y baja donde tenemos que echar mano de los desarrollos más suaves de nuestras bicis, ante rampas repentinas y empinadas. El continuo sube y baja te castiga poco a poco y te deja tocado.

En mitad del camino hacemos una breve escala en Portomarín, donde están de fiestas. Atravesamos sus famoso puente y nos hacemos la foto típica en las escaleras que presiden la entrada al pueblo.

Decidimos seguir ruta, ya que queda una subida dura hasta Palas de Rei y queremos hacerla antes de comer, para dejar lo más suave para después del almuerzo. Con mucho calor llegamos hasta Palas de Rey, para reponer fuerzas, después de la dura y exigente subida. Trás comer, todavía queda un poco de subida pero luego ya es dejarse caer hasta Melide. Después de haber pasado un mal rato físicamente, acabo entero la etapa. Pero antes de llegar a Melide en el pueblo de Furelos nos encontramos con la sorpresa de que José y su familia, un amigo del grupo que pasaba las vacaciones en Sanjenjo y que nos están esperando con una botellas de vino para celebrar el final de etapa. Damos cumplida cuenta del fresco líquido que entra como bálsamo purificador.

DÍA 7 DE SEPTIEMBRE: 4ª ETAPA: MELIDE – SANTIAGO DE COMPOSTELA: 50 KM.

Esta hecho lo fundamental y supuestamente lo más difícil. Pero la fatiga acumulada hace que los kilómetros pesen más de la cuenta y a pesar de ser una etapa corta el cansancio hace mella a mitad de recorrido. Seguimos con el sube y baja sobre parajes verdes con los que cualquier artista de la pintura podría inspirarse para su creación. Se huele el final y eso nos anima a empujar en la duras rampas del monte del gozo, mientras adelantamos a una serpiente infinita de peregrinos que como hormigas disciplinadas cumplen sus últimos kilómetros antes de alcanzar el final, con caras de cansancio pero con gesto de ilusión.

Llegamos al monte de Gozo, nos hacemos las fotos y ya solo queda dejarse caer hasta la Plaza del Obradoiro de Santiago.


Misión cumplida


viernes, 17 de julio de 2009

LA ESPERA

El otro día una amiga, de cuyo nombre no quiero acordarme, me realizó un comentario diciéndome que estaba acostumbrada a esperar. Así dicha la frase me quedé pensando sobre ella. La acción de esperar ya es de por si un tanto angustiosa, aunque también tiene su dosis de ilusión, pero si además se trata de una situación a la que se ya te has acostumbrado, la cuestión se puede llegar a tornar desesperante, o quizá llegue el momento en que uno se sienta normal ante tal coyuntura.

Pero luego pensé que en realidad todos deberíamos de estar siempre esperando algo. Esperar es sinónimo de esperanza, y va directamente asociado a la consecución de un sueño. Los hay que esperan a encontrar un trabajo, los que esperan en la cola para conseguir una entrada en un concierto, los que esperan a que un golpe de suerte cambie su situación económica acertando en la lotería primitiva, los que esperan a que su pareja cambie y la relación marital recupere la chispa inicial, los que esperan a que la enfermedad se cure, los que esperan al amigo con el que ha quedado, los que esperan a que el príncipe azul o la princesa llegue a sus vidas y conquiste sus corazones, o los que simplemente esperan a que el sol queme las nubes para poder disfrutar de los montes, de los ríos o del mar.

El problema es que la espera conlleva el condicionante de que uno no puede hacer prácticamente nada por acelerar o favorecer la consecución de la meta o el objetivo marcado. Es aquí donde llega la desesperación.

No obstante serán los más conformistas y los acomodados los que nunca esperaran nada en la vida.

Sin duda una de las esperas más comunes es la del amor. Como siempre Serrat supo describir perfectamente el estado de desesperación que se puede llegar a alcanzar cuando la espera del amor llega a ser insoportable. En su canción "Helena", dibuja perfectamente todos estos sentimientos. Cuando escuché este tema por primera vez en un concierto dado por televisión tuve la certeza de que se trataba de una las mejores canciones que yo conocía.

Hace tiempo que quería ponerla en este blog, creo que ha llegado el momento.

Yo espero que ustedes en sus vidas tengan que esperar lo menos posible, o al menos que sus esperas se conviertan en sueños que puedan alimentar, cuidar, mimar y trabajar, así, al menos, la espera será menos aburrida y desesperante




Dedicado a tod@s los que esperan a algo o alguien en la vida.

martes, 7 de julio de 2009

EL HALAGO VALE DOBLE

Tengo que agradecer muy sinceramente las palabras escritas de José Luis Sánchez - Tosal, con su artículo publicado en la página web http://www.ciudadrodrigo.net/ . A la hora de recibir las críticas de la novela uno todavía no está acostumbrado a encajar las menos buenas y no se da cuenta de que se trata de mi primera novela y de que en esta vida hay gustos para todos, pero siempre he sido muy exigente conmigo mismo. Sin embargo, cuando leo algo como lo escrito por José Luis (Chelas), uno siente que lo escrito y todo lo que ha envuelto al libro, ha merecido la pena. Gracias Chelas, porque tu comentario llega cuando más dudas tenía uno y porque, como te dije, viniendo de ti el halago vale doble.

José Luis Sánchez-Tosal Pérez. www.ciudadrodrigo.net

(02-07-2009)


"Una vez más tenía que ponerme al tajo, sin que hubiera una llamada de atención de algún suceso local, por tanto para escribir la página mi mente viajaba al exterior, y allí ya se sabe que se ve brillar más que el sol en estos tiempos –la podredumbre-, es decir la no justicia, las cuentas de Bárcenas, la desmemoria histórica, Madoff o el único Paganini de Wall Street (que va a la cárcel por idiota y andar estafando a los ricos cuando lo que se lleva es fabricar millones de pobres), o el sistema que ya recoge en muchos puestos de relumbre a los perros guardianes del capital que anteriormente gerenciaron el desastre que le señalaron sus amos. Y encima va y se muere Michael Jackson. O sea, cosas todas ellas tan impresentables como desagradable ocuparse de ellas y de los males que riegan.

En esta carga andaba cuando mira por dónde en lo local me salta la liebre, viene de la mano de Víctor Esteban Sardiña, el nieto del acomodador del Cine Madrid, padre este de su tío Ángel, artista ya acreditado que fue mi compañero de pupitre en la escuela y el cual hacía dibujos con una facilidad indescriptible mientras el maestro nos metía la tabla de multiplicar con la regla en la mano, e hijo de Tito el tapicero. Y es que Víctor ha escrito una novela, y por cierto a mi modo de entender buena, pues fue ponerme ante ella y soltarla hasta que tuviera tiempo de poder leerla de un tirón y sin prisas, porque así lo requería la forma en que me atrapó.

De la novela me ha gustado todo, la forma en que está urdida, los personajes, y además el escenario en que sucede pues es en ese Portugal tan querido y conocido por mí. Es atrapante, actual y vital, leyendo estás escuchando y siendo testigo de los avatares y de la voz de personajes de nuestra época, con ella me he olvidado de toda la negrura económica que nos oprime, y he entrado en el reino de los sentimientos, que aunque nos esclavizan y nos marcan, son los únicos que nos liberan y nos hacen vivir ilusionados, a pesar de toda la mierda que nos invade.

Otra vez más un mirobrigense se ocupa de crear cultura, y otra vez más me aparece el misterio de por qué este pueblo cosecha tanto artista, y no hay duda que leída su novela Víctor lo es, pero la mejor forma de comprobar mis palabras es leyendo “Tras la ilusión, el sol de poniente”. Les garantizo que me agradecerán la recomendación, y mientras vosotros estáis en eso yo me quedo preguntándome dónde y quién le ha enseñado tanto a este paisano, del cual yo sabía por boca de mujer que era posiblemente el mozo más guapo del pueblo, pero no que sus andanzas vitales le construyeran este andamiaje cultural. "

martes, 23 de junio de 2009

GRACIAS

Simplemente quiero decir gracias a todos.


Os dejo el discurso que di en la presentación.



"Primeramente quería agradecer al alcalde de Ciudad Rodrigo, Javier Iglesias su apoyo y complicidad por haber hecho un hueco en su apretada agenda y aceptar presidir este acto y presentar mi libro. También muchas gracias a la concejal de cultura Carmen Cambronero, por su interés en estar aquí hoy y al resto de concejales aquí presentes.

Muchas gracias, Javier. Quien nos iba a decir hace unos cuantos años en aquellos pupitres del instituto Fray Diego Tadeo, que tú, siendo alcalde de Ciudad Rodrigo, ibas a presentar mi primera novela.

Por otra parte, quiero continuar con los agradecimientos correspondientes a las personas que de una u otra manera han tenido algo que ver para conseguir que la novela que hoy se presenta haya sido posible. Entre ellos a Luís Miguel Mata Pérez, Director de la Fundación Ciudad de Saberes, por su colaboración en la maquetación del libro y en el diseño de la portada, aunque por diferentes motivos la portada que ha sido publicada finalmente no es la realizada en un principio por Luís Miguel.

A mi primo José Miguel que me ayudó en las correcciones.

Pero este libro no se hubiera presentado hoy si no fuera porque una gran parte de las personas que ya se lo han leído, la mayoría amigos, familiares o conocidos, me ha dado su apoyo y respaldo y me han animado a que se publicara.

Si no hubiera sido por ellos, probablemente este libro hoy estaría durmiendo en un cajón de mi casa y no recibiendo su particular bautismo. Ahora que se empieza a hablar del bautismo civil, hoy tenemos aquí uno.

La novela está dedicada a mis padres, aunque quiero que mi madre, debido a su particular situación, reciba una dedicatoria especial en estos momentos.

Por ultimo cierro la ronda de agradecimientos reconociendo la implicación y el trabajo realizado por Pilar Sánchez y Tomás Domínguez para que esta presentación se haya realizado. Soy consciente de que los dos han puesto en su trabajo el cariño de la amistad.

Y por supuesto a todos los que estáis aquí presentes dándome abrigo y calor en este importante día para mí. A todos muchas gracias.

Un libro se puede escribir por muchas motivaciones; la necesidad de contar algo, la necesidad de comunicarte, la vanidad, el disfrute de escribir, o la ilusión de crear una historia.

Un poco de todo ello me llevó a escribir esta pequeña novela que hoy presentamos.

El libro empezó a escribirse como un divertimento fruto de una pequeña inspiración y sin saber muy bien si aquellas primeras líneas que empecé a escribir, acabarían conformando una historia con sentido, coherente y de interés para el lector.

Una de las principales motivaciones ha sido la ilusión de crear algo. Y esta, la ilusión, es uno de los ejes fundamentales sobre los que gira esta historia. La consecución de una ilusión marcará la relación de los dos personajes principales del relato.

La ilusión a mi modo de ver es el principal motor de esta vida. Con ilusión podremos llegar a conseguir casi cualquier cosa, como por ejemplo escribir un libro. No obstante la ilusión a veces se ve impotente y se topa ante determinadas circunstancias de la vida con las que pierde toda su fuerza. A pesar de ello yo animo con mi libro a que todo el que lo lea se ilusione todo lo que pueda y a que sienta y se emocione con la lectura de este trabajo.

Si yo disfruté inmensamente escribiéndolo, espero que todo el que lo lea también lo haga de la misma manera.

Puede que, desde el punto de vista académico, no se trate de una literatura de alto nivel, pero estoy seguro que el que abra sus páginas y se adentre en la historia, podrá percibir la pasión y alma con las que ha sido escrita.

No me quiero extender mas porque estamos presentando una novela corta, y la presentación no conviene que sea más larga que el propio libro.

Quiero acabar con un poema de otro autor mirobrigense; José María Bermudez Silva, Chirri que recientemente ha presentado también su libro de poesías; Traficando Sueños y que creo encaja bastante bien en la filosofía subliminal de la novela.

El poema dice:

La peor pesadilla que pueden tener los sueños
Es la realidad
La mejor medicina para combatir y convivir
Con la realidad
Son los sueños.

A todos muchas gracias."





lunes, 18 de mayo de 2009

ADIOS A BENEDETTI



El cuento tan sencillo de Mario Benedetti ha llegado a su fin. El escritor uruguallo falleció a los 88 años de edad, dejando un legado importante bajo una impronta de escritura cercana y sencilla.

La mejor forma de despedirle es recordando alguno de sus poemas, los que más recuerdo en esta ocasión son CURRICULUM y TESTAMENTO DE MIERCOLES

CURRICULUM

El cuento es muy sencillo
usted nace en su tiempo
contempla atribulado
el rojo azul del cielo
el pájaro que emigra
y el temerario insecto
que será pisoteado
por su zapato nuevo.
Usted sufre de veras
reclama por comida
y por deber ajeno
o acaso por rutina
llora limpio de culpas
benditas o malditas
hasta que llega el sueño
y lo descalifica.
Usted se transfigura
ama casi hasta el colmo
logra sentirse eterno
de tanto y tanto asombro
pero las esperanzas
no llegan al otoño
y el corazón profeta
se convierte en escombros.
Usted por fin aprende
y usa lo aprendido
para saber que el mundo
es como un laberinto
en sus momentos claves
infierno o paraíso
amor o desamparo
y siempre, siempre un lío.
Usted madura y busca
las señas del presente
los ritos del pasado
y hasta el futuro en ciernes
quizá se ha vuelto sabio
irremediablemente
y cuando nada falta
entonces usted muere.

El cuento es muy sencillo.


TESTAMENTO DE MIERCOLES


Quiero aclarar que este testamento
no es el corriente colofón de vida
más bien se trata de un legado frágil
vigente sólo hacia el final de un día
digamos pues que lego para el jueves
las inquietudes que me puso el martes
cambiadas sólo un poco por los sueños
y esa tristeza que es inevitable.
Lego una nube de mosquitos y una
computadora que no tiene pilas
y hasta mi soledad con la esperanza
de que mis legatarios no la admitan.
Lego al jueves cuatro remordimientos
la lluvia que contemplo y no me moja
y el helecho ritual que me intimida
con la vieja elegancia de sus hojas.
Lego el crujido azul de mis bisagras
y una tajada de mi sombra leve
no toda porque un hombre sin su sombra
pierde el respeto de la buena gente.
Lego el pescuezo que he lavado como
para un jueves de horca o guillotina
y un talante que ignoro si es recato
o estupidez malsana o alegría.
Lego los arrabales de una idea
un tríptico de espejos que me hiere
el mar allá al alcance de la mano
la hiedra que abanica las paredes.
Y sólo ahora pienso que en mi árbol
en mis brumas sin rostro y en mi vino
me quedan por legar tantas historias
que alguna se me esconde en el olvido.
Así que por si acaso y por las dudas
y para no afligir a quien me herede
las dejo para otro testamento
digamos el del viernes.
Nota: a partir de hoy se pueden hacer comentarios sin necesidad de estar registrado.

jueves, 14 de mayo de 2009

NACIONALISMOS Y DEPORTE



Con frecuencia se suele utilizar el deporte para fines de índole político, generalmente ligados a las reivindicaciones nacionalistas. La noche antes de la final de Copa del Rey entre el Barcelona y el Atletic, el presidente Laporta comentaba en Onda Cero que los dos clubes representan algo más que dos equipos de fútbol y que en los ámbitos catalán y vasco, el Barça y el Bilbao simbolizan aspectos sociales que trascienden los meramente deportivos. Todos sabemos bien por donde van los tiros de sus comentarios y sabemos como piensa Laporta, partidario de las selecciones catalanas, independientes de la española.

Para más abundamiento, la previa del partido se alimentó por diversos sectores animando a que los aficionados pitaran el himno español cuando el Rey hiciera acto de presencia. La llamada tuvo su repercusión y a pesar del intento de TVE de minimizar lo que ya se esperaba, con censura al más viejo estilo, nadie pudo impedir que mientras sonaba el himno se ollera un clamor de pitidos manifestando su disconformidad con la figura del Rey y con la de España.

Y digo yo, que cada uno puede pensar y opinar lo que quiera, pero desde luego estas posturas me parecen un tanto mezquinas e hipócritas, y bastante vomitibas. La cuestión es muy sencilla; si a mi no me gusta la idea de España y la figura del Rey a su cabeza, yo como espectador no acudo a un acto en el que no me identifico y por tanto en el que no quiero que participe mi equipo. Y los equipos, o mejor dicho, sus presidentes, si consideran que la independencia de Cataluña y el País Vasco es algo que va ligado a sus respectivos clubs, pues que no participen en las competiciones nacionales. Es tan sencillo como que ellos organicen su propia copa de Cataluña o copa del Leendakari y tan a gusto todos. Pero lo que no puede ser es que celebren una victoria y antes renieguen de lo que representa la competición.
Pero claro no es lo mismo jugar un partido Barça - Atletic que jugar un Barça - Sabadell o un Atletic - Eibar. Ni tiene el mismo atractivo, ni tiene la misma repercusión económica. Y claro, independencia y nacionalismos si, pero con matices. Probablemente si el Barça jugara en vez de en la liga española en la catalana, Messi no jugaría en el equipo culé. Por no decir que no estaría mal que le preguntaran a Toure Yaya, que piensa de todo este tinglao, que probablemente le suene a chino, aunque ya se habrán encargado de lavarle el cerebro un poco.

Si a mi no me gustan los toros y no estoy a favor de ellos, no voy a una plaza de toros a celebrar como José Tomás mata a un animal.

Alguien debería invitar muy seriamente a que todos aquellos que defiendan sus ideas independentistas las lleven a cabo, pero hasta sus últimos extremos, ya veríamos a ver si todos aquellos que pitaron el himno estaban de acuerdo o no.

lunes, 27 de abril de 2009

LA MIRADA DE LISBOA

He elegido esta foto para iniciar esta merecida entrada sobre Lisboa, porque considero que ilustra bastante bien lo que para mi representa la capital lusa. Después de muchos años acudiendo a Lisboa, puede que la ciudad haya perdido los encantos y misterios de las primeras visitas y me ocurra, como sucede con el amor, que uno de sus principales atractivos se centran en el placer de descubrir.

Ahora por tanto, la ciudad de la luz, representa una mirada perdida y profunda en el horizonte del río Tajo. La mirada de esta chica portuguesa sentada en el tren de cercanías que comunica Cascais con Lisboa, bordeando el principio del océano y el final del río, lo dice todo.


Descubiertos los misterios y encantos de Lisboa hace ya bastante tiempo, ahora solo queda sentarse al borde del río y quedarse mirando durante un rato respirando el olor a fado, mezcla de mar, historia, nostalgia y unas calles adornadas por fachadas multicolores, vestidas de azulejos policromados y balcones decorados de ropa tendida.


Entre paseo y paseo por sus calles y plazas, conviene hacer una parada en el bar Suiça, situada en plena Plaza del Rossio e intentar comerte unas natas; dulce supuestamente buenísimo que no conseguí tomar, porque siempre que lo intenté se habían acabado. Para compensar te puedes comer cualquier otro dulce, que también están buenísimos.

No vayáis al Nicola, la guindilla (aguardiente de guinda) tipica de la ciudad, os va a quemar más por lo que vale, que por la graduación que tiene. El Nicola es un bar histórico, pero que te cobran cada año de historia acumulada.


En esta foto los miembros de la expedición, posamos sobre el fondo de las vistas de uno de los miradores que hay subiendo a Alfama.


Para cenar un buen sitio es a Trinidade, allí nos juntamos los cuatro excursionistas, Felipe (Popita), su chica Helena (Con H, en recuerdo a la magnífica canción de Serrat en catalán), el Atlatanta y este menda, y algunos se metieron un bacalhao con natas con el que te ibas muy a gusto a la cama.

Otro de los placeres de Lisboa es acudir a esta terraza desde donde puedes sentarte en uno de sus sofás, mientras te tomas una cerveza y contemplas el atardecer, escondiéndose tras la silueta de la ciudad.

Quizá en esta ocasión faltó el aderezo de los ojos de una mujer, a través de los que mirar al río y hacer que el unguento y el encanto de Lisboa quede completamente condimentado y produzca sus mayores efectos. Será en otra visita, o no.
Hay más fotos, pero por hoy ya vale. Disculpar la calidad de las imágenes, pero están hechas con el movil.


domingo, 19 de abril de 2009

CANCIONES CON TERCIOPELO



Lo que Serrat ofrece en su nuevo periplo musical, no es un espectáculo de grandes estruendos y efectos luminosos, si no la esencia de un artista cuya obra ha marcado y configurado la banda sonara de la vida de muchos fieles incondicionales; esas canciones en las que en alguna ocasión nos hemos sentidos identificados, o en las que nos gustaría haberlo podio estarlo. Canciones ya consolidadas en los corazones de los asistentes y otras que por su juventud, optan a hacerse un hueco en la fibra sensible de cada uno.

Poco se puede decir de esta antología artística que nos ofrece el maestro en esta nueva gira, que no se sepa ya. A algunos les faltará algún tema especialmente querido, a otros les sobrarán aquellos más recientes y menos asimilados.

No hay novedades pues, en esta nueva propuesta serratiana, pero si hay nuevas versiones adaptadas al formato de piano y guitarra que, como si de una mujer al ser desnudada se tratara, acrecientan su belleza y despiertan los sentidos.

Del camerino salió una “Penélope” más tierna, más dulce, más lastimera todavía. “De vez en cuando la vida” se convierte en cristal de bohemia, delicada y acolchada en el terciopelo del piano magistral de Ricard Miralles y el gusto interpretativo de Joan Manuel.

Serrat contrarresta la seda en la que envuelve sus canciones, con discursos animados y jocosos que se desmarcan del lirismo de sus temas, siguiendo la línea de la gira Dos Pajaros de un tiro, con Sabina. Más largos de lo habitual, quizá por que así gana tiempo para reponer el aliento necesario para la siguiente canción, sus comentarios, aún siendo simpáticos y graciosos, desafinaron a mi gusto por el exceso de un lenguaje más vulgar de lo habitual. No me pega oír unas “hostias” sobre una anécdota con un indigente, después de escuchar Lucía o Aquellas Pequeñas Cosas. Será cosa de la edad…, o que este Serrat está de vuelta de todo, o quizá es que de vez en cuando era Tarres el que estaba en el escenario.

El Nano nos dice que es él el que recibe del público, y no él el que da, y así nos lo creemos los asistentes. Pero está claro que una cosa es el artista al que se le llena la boca y otra la persona. Se ve que Serrat quedó saciado de lo que el público salmantino le dio durante las dos horas de concierto, porque en su salida a la calle le esperábamos unas quince personas a las que despreció insinuando que no estaba el tiempo como para pararse dos minutos para atender a una pequeña parte de ese público, del cual supuestamente se alimenta. No es habitual esta conducta del maestro en un pos-concierto. En su fulgurante trayecto de tres metros hasta el coche que le esperaba tuve la oportunidad de regalarle mi novela, pero por su actitud y respuesta escueta y malhumorada, mucho me temo que acabaría en la papelera del hotel. Como titulaba uno de sus discos, Nadie es Perfecto y el paso del tiempo parece avinagrar el carácter del mito.

Nos quedaremos con el artista y su obra, en esta ocasión vestida de terciopelo.

lunes, 13 de abril de 2009

ZAMORA


Zamora está en medio de la Ruta de la Plata, en medio del camino que comunica el Cantábrico con el sur atlántico. Ahí está discreta, sobria, austera, seca de futuro, pero mojada de pasado, historia, tradición y de un Duero que la abraza y acaricia en su viaje hasta Oporto.

En Semana Santa Zamora se multiplica de tal manera que es capaz de ofrecernos dos caras bien distintas. Por un lado, la ciudad apaga sus luces, se envuelve en la oscuridad de la noche y se oculta en el más riguroso y estricto recogimiento espiritual, bajo un silencio sepulcral, tan sólo alterado por el repiqueteo de una campana perdida en la profundidad de las calles angostas.



Por otro lado, la ciudad se muestra orgullosa de ser como es y decide celebrarlo en las calles y en los bares alumbrada por la calidad de sus gentes, siempre receptivas y acogedoras, para demostrarnos que en el letargo de la ciudad bulle un corazón vivo y fuerte.

Pero sin duda, las ciudades palpitan al ritmo de sus gentes, y las piedras zamoranas serían frías como el invierno que las castiga, si no fuera por el calor que le conceden los que han nacido allí, los que la han mamado desde pequeños y los que se sienten orgullosos de ser zamoranos.

Hace tiempo que acudo a esas tierras animado por el sentimiento de la amistad. Allí siempre he recibido buen trato, cariño y en momentos difíciles consuelo, consejo y compresión. Sirva estas líneas de agradecimiento a la ciudad y a los buenos amigos que allí tengo.

Dedicado a Carlos, Olga y Pilar.


LOS MILAGROS DE LA SEMANA SANTA


Es curioso lo camaleónicas que pueden llegar a ser las ciudades.

Ciudad Rodrigo por ejemplo nos ofreció una cara muy distinta hace más o menos cuarenta días.

Si en carnaval la ciudad se disfrazaba para ofrecer su versión más festiva, popular y si me lo permiten, chabacana, convirtiendo su hermosa plaza en un coso taurino labrado en madera, en Semana Santa Miróbriga se viste de gala para la ocasión mostrando una imagen más elegante, señorial, sobria, más acorde, a mi gusto, con la fisonomía de la ciudad.

En estos días de exaltación de lo que constituye la esencia fundamental del mundo occidental; el cristianismo, en Ciudad Rodrigo confluyen todo tipo de personajes, todo tipo de inquietudes y de gustos.

En estas fechas nos mezclamos turistas interesados por las murallas de la ciudad, los creyentes más fervorosos y los ateos o agnósticos más desconfiados, consiguiendo que todos estemos a gusto y que nadie sobre.

En una misma procesión podemos ver a la Guardia Civil, mezclada con algún evasor de impuestos o algún infractor de tráfico, a las mujeres más beatas de misa diaria, junto a aquel que no pisa una iglesia desde hace años, a no ser por alguna boda a la que asistió en verano.

Pero la Semana Santa también es capaz de hacer que desfilen a la vez el alcalde y su equipo de gobierno, junto con la oposición, aunque eso si, unos por la derecha y otros por la izquierda, y todo ello a pesar de la tradicional característica atea de estos últimos.

Da gusto pasear por las calles de Ciudad Rodrigo en estos días en los que al sol le da pereza irse a la cama y el bullicio ordenado tras una procesión da calor a la ciudad, cansada ya del frío invierno que va quedando atrás. Sin lugar a dudas, la Semana Santa tiene verdaderas virtudes milagrosas.

martes, 31 de marzo de 2009

OBJETIVO EL LOIRA EN BICICLETA


Llevo ya varios años intentándolo y no acabo de decidirme, me da palo ir solo sobretodo por el idioma y porque creo que merece la pena hacerlo acompañado para comentar lo que se va viendo por el camino. Así que a ver si este año me animo a hacer esta ruta, ya sea solo o acompañado.

El viaje creo que deber de merecer mucho la pena y hacerlo en bicicleta más todavía. Tengo algunas dudas por el tema logístico. Es decir el tema llevar el coche, donde dejarlo, como volver a por el coche, pero parece que todo está bastante bien preparado y facilitan mucho las cosas a todo el que quiera hacerse la ruta en bici. Existen alquileres de bicicletas y parece que los trenes que comunican las ciudades permiten llevar las bicis para el viaje de retorno hasta el coche

«El Loira en bici» es un itinerario para bicicletas seguro y señalizado que discurre entre Cuffy (Cher) y St Brévin les Pins (Loira Atlántica); cuando esté concluido se extenderá a lo largo de 800 km. De ellos, dos terceras partes bordean el río Loira.
Ya están disponibles los nuevos tramos que permiten a los cicloturistas, a su ritmo y al aire libre, acercarse a los castillos del Loira, a los viñedos y a otras riquezas turísticas del Valle del Loira.

Estos son algunos de los tramos que están disponibles para ser realizados en bicicleta.

De Orléans a Châteauneuf-sur-Loire (Loiret) (unos 30 km)

Un itinerario de alrededor de 30 km entre Orléans y Châteauneuf-sur-Loire (al este de Orleáns) atravesará los pueblos de Sandillon y Jargeau para llegar a Châteauneuf-sur-Loire, donde aún se pueden apreciar las huellas de la actividad de la Marina del Loira.

De Tours a Amboise (Turena) (más de 20 km)

El tramo entre la Ville-aux-Dames (a las puertas de Tours) y Amboise transcurre por una vía verde y otras compartidas, con escaso tráfico y proporciona la ocasión de hacer una parada en Montlouis-sur-Loire para visitar sus bodegas y conocer sus vinos con denominación de origen. Una vez en Amboise se pueden visitar el castillo real y sus hermosos jardines, así como el castillo de Clos Lucé, la última residencia de Leonardo da Vinci.


Desvíos de Chinon y Azay-le-Rideau (Turena)

Ya están también habilitadas, al oeste de Tours, dos variantes para llegar a las localidades históricas y turísticas de Azay-le-Rideau y de Chinon.

Desde Briare a Sancerre, 47 kilómetros

El recorrido nos permite descubrir el puente canal de Briare, una obra sorprendente, y también conocer los sabores más selectos de la gastronomía de la zona: sus quesos y vinos.

Desde Orléans a Saint-Hilaire-Saint-Mesmin y Beaugency, 20 kilómetros
La ruta empieza en Orléans, puerta de entrada ideal para seguir el itinerario del “Loira en bicicleta”.

Desde Beaugency a Blois y Candé-sur-Beuvron, 50 - 60 kilómetros

Este recorrido nos sumerge en plena naturaleza por bosques, ricos vergeles y pueblos con gran encanto.

Desde Tours a Angers, 150 kilómetros

La ciudad de Tours marca el principio del itinerario que nos descubre una región donde se disfruta de la dulzura de vivir.








miércoles, 4 de marzo de 2009

A LAS ALAMEDAS




Hace tiempo uno acostumbraba a escribir de vez en cuando algo que se publicaba en los periódicos locales. En el extinto semanario "Águeda" publiqué un artículo sobre las Alamedas de mi ciudad. Como Rebeca Jerez me pidió que le escribiera algo sobre algún lugar de Ciudad Rodrigo para la web www.redciudadrodrigo.com, decidí sacar del baúl de los recuerdos aquel texto decidado a las Alamedas. Cuando lo escribí yo debía de tener 26 años, han pasado ya unos cuantos desde entonces y quizá ahora mismo no lo escribiría igual, pero ya que ha vuelto a salir a la luz....El artículo dice....

A LAS ALAMEDAS

Mucho se ha escrito y hablado de nuestras alamedas: La Moretona, la Alameda de las barcas. Estos parajes que escoltan el río Águeda a su paso por Ciudad Rodrigo guardan una riqueza natural y estética de indudable belleza. Pero todo ello es sabido sobradamente y no escapa a todo el que haya tenido el privilegio de visitar como se debe esta vetusta ciudad.

Quizá también se sepa, aunque se comente menos, que nuestras alamedas no sólo albergan un especial atractivo visual para los ojos deseosos del verde primaveral y del amarillo otoñal. En sus entrañas, el ambiente húmedo de la ribera te envuelve en una nube dulcificante que apacigua el alma y templa el corazón.

Es el lugar adecuado para encontrar el antídoto contra el stress urbano y el ruido machacón de las grandes metrópolis.

Pero, sin duda, es cuando el sol brilla orgulloso de su cometido, y los rayos perforan la maraña de hojas y ramas, cuando las alamedas fluyen su poderoso efecto magnético de encantos y hechizos y se transforman en una cuna natural del amor. En su seno se va guardando el calor del verano para ofrecérnoslo en las dosis adecuadas, durante esas noches de cielo claro en el que las estrellas nos embrujan con tan sólo mirarlas.

Ante el espectáculo ofrecido por la combinación de agua, la noche y el abrigo de unos álamos poderosos que resisten las embestidas de la madre naturaleza, tan sólo queda dejarse llevar por los instintos más primitivos exaltados por el aroma de una mujer. Luego, simplemente tendremos que colocar nuestra mano en el pecho y observar cómo nuestro corazón agradece la dosis de vida recibida, latiendo con más fuerza que nunca.

Llegado el invierno, las alamedas cambian su traje de noche para ofrecernos otra imagen distinta. Cuando el frío se posa sobre las copas de los árboles, estos cobijos naturales se tornan melancólicos y taciturnos, y se convierten en el escenario ideal para los deseosos de meditación y para las parejas de enamorados que, incitados por el romanticismo de la ocasión, cruzan sus dedos por primera vez, sin ningún tipo de pudor, mientras pasean sobre una alfombra de hojas que cubre todo el suelo.

Hay que dar gracias a que el suculento manjar ofrecido por la Alamedas es saboreado tan sólo por unos pocos que encuentran en ellas el rincón donde darle un pellizco a la vida y poder sorber su sabor. De lo contrario sería un plato frío y vulgar que perdería todo su encanto. Y es que todavía muchos esperan a que “el aire sea de pago para gozar el placer de respirar”

jueves, 29 de enero de 2009

HASTA SIEMPRE, CEJU

Eras uno de lo maduritos entre los que seguíamos intentando meter el balón en una canasta, a pesar de que ya nos crujieran los huesos y los pulmones no oxigenaran todo lo que debían. Jugando eras rocoso, duro, peleón, como lo fuiste, según me cuentan, en tu último y definitivo partido. No te doblegaste fácilmente. Te aferraste a tu optimismo habitual para mantenerte a flote. E incluso cuando todo era inevitable, te hundiste con el mástil de la vida agarrado a la mano, pensando que a lo mejor, tu viaje hasta el fondo del mar, no iba a ser tan malo como decían.

Quizás allí, puedas seguir afinando una guitarra, sacando una canción o fumando un cigarrito con una cerveza en la mano, charlando tranquilamente con algún colega recién llegado. Incluso, puede que haya una pista de baloncesto y puedas echar unas canastas con algún grupito. Seguro que los chavales acabaran aceptándote, no sólo como un compañero más, si no como una referencia, y puede que ahora que te has acostumbrado a eso de dirigir, te animes a ejercer de “mister” de tu equipo en algún torneo que juguéis.

Eras cuarentón, pero sin embargo tu mirada sosegada y caída escondía un niño travieso y juguetón, que renegaba de convencionalismos propios de la edad. Ese niño que se ilusionaba con facilidad encajaba más en un mundo sin ataduras, pero comprometido con los que te rodeaban. No eras de nadie, pero eras de todos.

Quizás porque sabías saborear los pequeños placeres que la vida nos da, es por lo que me duele tanto que te hayas ido tan temprano. Quizá por que aún teníamos mucho camino por delante que recorrer, porque se han quedado en el tintero muchas conversaciones pendientes, o porque todavía quedaban muchos veranos para refrescarnos con el aire suave del río y una cerveza en la caseta de “Casi”. O simplemente porque nos habíamos acostumbrado a tenerte entre nosotros, es por lo que todavía pienso en ti y no he asimilado que ya no estás, que tu fuerza no fue suficiente para que no nos dejaras.

Todavía me acuerdo de tus últimos días. Estabas cansado, dolorido, pero mantenías la ilusión de poder volver a llevar a tu equipo a la final de trofeo Diputación, como lo hiciste el año pasado, e incluso pensabas que a lo mejor podrías volver a jugar. Mantener la ilusión es fundamental para la vida, pero contigo supimos que no es suficiente. Te fuiste, pero tu recuerdo se quedó. Hasta siempre amigo. Hasta siempre “Ceju”.




Nota: Este artículo ha sido escrito para su publicación en el libro del Carnaval del 2009, que será presentado el próximo día 6 de febrero en el Teatro Nuevo. La foto corresponde al equipo que jugó la final del trofeo Diputación de baloncesto del año 2007. Ceju abajo a la derecha ejerció de entrenador. La foto es de la semifinal.

martes, 27 de enero de 2009

TRAS LA ILUSIÓN, EL SOL DE PONIENTE


Hace aproximadamente un año y medio uno pasaba por una etapa, digamos que especial. Sin embargo unas simples vacaciones de verano en la playa junto con la familia sirvieron para despertar de un cierto letargo emocional. Allí conocí a una persona con la que apenas pude comunicarme. Quizá por ello todo fuera más imaginativo, etéreo y utópico, pero lo cierto es que fue el detonante de que pocos días después yo estuviera sentado frente al ordenador escribiendo mi primera novela corta titulada "Tras la Ilusión, el sol de poniente".

Quizá sea un libro bastante influenciado por mis vivencias, pero creo que cualquier escritor escribe condicionado por la experiencias que lastra en sus espaldas.

Quizá sea una novela marcada por un estado de ánimo concreto, pero como ocurre con los hijos, estos se parecen a sus padres, pero a medida que crecen adquieren personalidad y vida propia. Eso más o menos le ocurrió a esta historia y a sus personajes. Algo que en un principio no se sabía si podía llegar a ser algo, acabó siendo una novela.

Probablemente no sea un ejemplo de virtud literaria, pero os aseguro que en ella derroché toda la pasión y sensibilidad que llevo dentro. Quizá sea este el mayor atractivo del libro.

Al ser un relato corto (aproximadamente 90 páginas), la historia se muestra concentrada y comprimida, sin dejar casi descanso al lector, que seguramente se enganchará hasta el final, favorecido por una lectura fácil y asequible.

No quiero desvelar todo el entramado del libro, pero en él encontrareis situaciones cotidianas de la sociedad actual y personas comunes en nuestra vida. Algo que nos puede pasar a cualquiera, pero que espero que os emocione en alguno de sus pasajes.

Animado por las personas que lo leyeron y especialmente por mi familia, intenté que el libro se publicara por diversos medios, pero no hubo suerte.

Sin embargo, como si de un golpe de suerte se tratara y gracias a las nuevas tecnologías, hace poco descubrí la posibilidad de publicar la novela a través de internet. Así, por medio de http://www.bubok.com/ podréis encontrar el libro ya publicado. Quien me lo iba a decir a mi hace año y medio. Lo que en un principio era una quimera, se ha convertido en realidad. El hecho de que lo que era un sueño sea ahora cierto, es en parte gracias a todos los que de alguna manera han contribuido a ello. A los amig@s que lo leyeron antes de ser publicado y me dieron su apoyo y consejo, a mi padre, siempre pendiente, a mi primo José Miguel por esforzarse en corregir el texto, a Luismi por tener la paciencia de maquetar el libro y diseñar la portada y a Timea que casi sin querer despertó la inspiración necesaria para que se creara.

Os puedo asegurar que yo disfruté profundamente escribiendo el relato. Espero que vosotros lo hagáis también cuando lo leáis.


Nota: el libro se encuentra en http://www.bubok.com/ en el apartado librería. En el buscador ponéis el título o mi nombre y lo encontráis.