
Que la vida puede llegar a ser tremendamente bella es incuestionable para todo aquel que tenga una cierta sensibilidad y sepa apreciar lo que la vida puede llegar a ofrecer en un determinado momento.
En contraposición podríamos llegar a la conclusión de que el mundo a veces parece estar hecho del revés. Sólo hay que sentarse a comer viendo el telediario para empezar a pensar que en determinadas ocasiones vivimos en un mundo caótico y sin sentido.
Cuando uno ve la noticia de que está de moda que la gente se tire por los balcones de los hoteles hacía las piscinas y que en algunos casos se produzcan muertes, uno no sabe que pensar al respecto. Me imagino que todo se debe a una locura común, aunque también puede estar motivado por el hecho de que en la sociedad actual algunos pueden llegar a tener todos sus objetivos al alcance y buscan nuevas emociones en el absurdo y el riesgo extremo.
Si después de esta noticia, te atreves a seguir viendo el telediario, puedes encontrarte seguir asombrándote, porque mientras unos se tirar del balcón para experimentar nuevas sensaciones y se estrellan contra el agua de una celeste piscina, en algunas partes de África se mueren por la ausencia de esa agua que amortigua la caída del turista que se lanza desde su balcón y por el hambre más severo.
Pero ahí no queda la cosa, si en África se mueren de hambre y sed, allí mismo no deben tener suficiente con esas dificultades cuando en Camerún había madres que planchaban los pechos de las niñas para que estas no fueran atractivas físicamente y de esta forma no se quedaran embarazadas.
En Noruega, dónde la policía es casi como un amigo, y los grandes cargos campan por la ciudad sin ningún tipo de escolta, un iluminado asesina a más de setenta personas intentando salvar a la humanidad con este sangrante acto.
Entretanto, en nuestro país, mientras nos sale una nueva pariente denominada “prima de riesgo” que no nos hace más que dar un susto tras otro, en medio de una crisis que nos hace temblar a todos, entre nosotros nos pegamos y nos llegamos a odiar por asuntos de trajes, faisanes y demás historias oscuras.
¿Está o no el mundo al revés?
En contraposición podríamos llegar a la conclusión de que el mundo a veces parece estar hecho del revés. Sólo hay que sentarse a comer viendo el telediario para empezar a pensar que en determinadas ocasiones vivimos en un mundo caótico y sin sentido.
Cuando uno ve la noticia de que está de moda que la gente se tire por los balcones de los hoteles hacía las piscinas y que en algunos casos se produzcan muertes, uno no sabe que pensar al respecto. Me imagino que todo se debe a una locura común, aunque también puede estar motivado por el hecho de que en la sociedad actual algunos pueden llegar a tener todos sus objetivos al alcance y buscan nuevas emociones en el absurdo y el riesgo extremo.
Si después de esta noticia, te atreves a seguir viendo el telediario, puedes encontrarte seguir asombrándote, porque mientras unos se tirar del balcón para experimentar nuevas sensaciones y se estrellan contra el agua de una celeste piscina, en algunas partes de África se mueren por la ausencia de esa agua que amortigua la caída del turista que se lanza desde su balcón y por el hambre más severo.
Pero ahí no queda la cosa, si en África se mueren de hambre y sed, allí mismo no deben tener suficiente con esas dificultades cuando en Camerún había madres que planchaban los pechos de las niñas para que estas no fueran atractivas físicamente y de esta forma no se quedaran embarazadas.
En Noruega, dónde la policía es casi como un amigo, y los grandes cargos campan por la ciudad sin ningún tipo de escolta, un iluminado asesina a más de setenta personas intentando salvar a la humanidad con este sangrante acto.
Entretanto, en nuestro país, mientras nos sale una nueva pariente denominada “prima de riesgo” que no nos hace más que dar un susto tras otro, en medio de una crisis que nos hace temblar a todos, entre nosotros nos pegamos y nos llegamos a odiar por asuntos de trajes, faisanes y demás historias oscuras.
¿Está o no el mundo al revés?