La vida te la dan, pero no te la regalan

jueves, 13 de enero de 2011

OBSOLESCENCIA PROGRAMADA



En los tiempos que corren en los que todos disponemos de más de treinta canales de televisión entre los que elegir la programación que más nos satisfaga en nuestros ratos de descanso en casa, resulta casi heroico comprobar como La 2 sobrevive a esta invasión de Belenes Esteban, Grandes Hermanos y teletiendas que invaden la pequeña pantalla. Haciendo honor a su viejo slogan que decía “para una inmensa minoría” la menor de las cadenas estatales ofrece un elevado nivel de calidad en su programación, muy en contra de los dictámenes y directrices comerciales que priman entre las ofertas televisivas. Ni la CNN+ resistió los envites de esta tendencia.

Entre los muchos documentales y programas de interés que se pueden ver en La 2, hace poco tuve la oportunidad de ver uno que llevaba por título “La obsolescencia programada”. Bajo tal encabezado el documental analizaba la premeditada consigna empresarial de determinados sectores productivos para generar productos que intencionadamente tuvieran una vida muy inferior a la que podrían llegar a tener con una optima producción y todo ello con la clara y diáfana intención de propiciar un incremento del consumo del producto en cuestión, acortando su vida útil.

El documental hacía hincapié y tomaba como ejemplo la producción de bombillas, las cuales podrían tener una vida casi eterna, circunstancia esta que no interesaba a las casas comerciales que las elaboraban y de esta manera decidieron tornar sus directrices para elaborar un producto menos perenne y más consumible.

Todo ello me recordó la tremenda facilidad de avería de los teléfonos móviles, una vez que cumplen su periodo de garantía y pensé en lo tremendamente manipulables que podemos llegar a ser dentro de este mundo eminentemente consumista.

Viendo el documental uno puede llegar a sentirse una marioneta dentro de todo este sistema que rigen unos pocos. Sin embargo lo más triste y penoso es que quizá esa obsolescencia programada a la que hacía referencia el documental, sea hasta conveniente y favorable para que en este poblado mundo podamos sobrevivir todos con el nivel de riqueza y bienestar a que estamos acostumbrados. Es decir, que puede llegar a ser incluso necesario que haya más y más consumo para que el dinero se mueva, se generen más empresas y establecimientos comerciales y los que existen se mantengan y a ser posible crezcan y contraten a más empleados y por ende haya más trabajo para todos. Así las cosas mejor no pensar en lo paradójico y lo incongruente de todo ello. Mejor no veo La 2. Me quedo con Teledeporte.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Vaya! ¡Obsolescencia! Ni tan siquiera conocía la palabra, hasta me cuesta pronunciarla, lo que me llevó al diccionario para buscarla y averiguar lo que significa.
No la encontré, no estaba en el diccionario. Claro que mi diccionario data de unos cuantos años, no es la última edición... palabra nueva para un algo nuevo o reciente.
Pero internet no tardó en explicarme lo que significaba.
Bien, cuanta razón tienes, quizás sea necesario el producto “desechable” al poco tiempo para darle un empujón a las empresas, y con la crisis actual cada vez más.
Seguramente tendremos que aprender a no maldecir el móvil que se avería a los 6 meses o como mucho tardarl 1 año, nos costará, claro que sí. Pero quizás sea lo que tengamos que hacer a partir de ahorra para que mejore en cierto modo nuestra economía.
¿Pero qué pasará si varios aparatos se nos averían y debido a la situación actual no podamos reponerlos, aún menos arregrarlos?
La obsolescencia programada es acertada últimamente?

vicesar dijo...

Todo esto es como la pescadilla que se muerde la cola. Si no hay consumo no hay trabajo. Si no hay trabajo no hay consumo.

Anónimo dijo...

si señor, hay estamos, atrapados. ¿a ver cómo salimos de ahí?