La vida te la dan, pero no te la regalan

sábado, 20 de abril de 2013

A UNA FIEL COMPAÑERA

¿Qué sería la vida sin ti? Te debo mucho. Ciertamente tengo que agradecerte que me hayas acompañado en todos esos ratos de soledad y en muchos momentos tan especiales. Hiciste que los viajes parecieran una película, que el amor fuera más terciopelo, que el desamor más llevadero, que la noche más alegre y el alba más vitalista.


Siempre estabas ahí, al principio guardada en un traje negro brillante. Luego te cambiaron de osamenta para que fueras más discreta y casi ni se te viera. Ahora estás en cualquier lugar de la casa, casi desperdigada. Perdiste tu forma pero no tu voz. Una voz que nunca nadie podrá acallar; una voz diversa que siempre sonará aunque sea en mi mente; una voz que hoy te anima; un sonido que te pondrá los pelos de punta. Fuiste y serás la que acompaña cuando lloras, la que te columpia cuando ríes o la que te habla cuando quieres conversación. Nunca fallas. Hoy serás una canción, mañana una sinfonía, pasado un rock and roll, quizá el domingo seas un bolero o una cumbia y siempre, siempre, serás la música; esa que pone la banda sonora a toda una vida. Esa que te acompaña cuando lloras o que te columpia cuando ries.

No hay comentarios: